jueves, 1 de agosto de 2013

Vida fuera de la tierra. Razonamientos

La “Paradoja de Fermi”, es la aparente contradicción entre las estimaciones de la alta probabilidad de la existencia de civilizaciones extraterrestres y la falta de evidencia, o contacto con, dichas civilizaciones. Como dijo Enrico Fermi, si el Universo es propicio para la vida inteligente, “¿Dónde están todos?”.

Una nueva respuesta propuesta por Adrian Kent de la Universidad de Cambridge y el Instituto Perimeter, es que la vida extraterrestre es suficientemente avanzada para ser capaz de realizar viajes interestelares o la comunicación debe ser rara, dado que de otra manera ya tendríamos evidencia de ellos. Esto a su vez, es tomado algunas veces como evidencia indirecta de la improbabilidad de que la vida evolucione en el Universo.

“Las especies inteligentes pueden estar razonablemente preocupadas sobre los posibles peligros de delatarse y por lo tanto se inclinan hacia la discreción”, según la “Conjetura de la Indetectabilidad”, planteada por Beatriz Gato-Rivera, una física teórica del Instituto de Física Fundamental del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) en Madrid, España. Según Gato-Rivera, podemos encontrarnos a nosotros mismos en un universo en el que existen civilizaciones tecnológicas, pero han elegido ser indetectables, camuflándose principalmente por razones de seguridad (debido a que las civilizaciones avanzadas también podrían ser agresivas).

“La selección evolutiva, actuando a una escala cósmica, tiende a extinguir especies que delatan de manera muy llamativa a sí mismas y sus hábitats”, añade Kent.

“A menudo parece estar implícitamente asumido, y algunas veces explícitamente defendido, que la colonización o, de otra manera, la explotación de los recursos de otros planetas y otros sistemas solares resolverían nuestros problemas cuando los recursos de la Tierra no puedan seguir sosteniendo nuestro consumo. Quizá podría valer la pena tomar más en serio la posibilidad de que puede haber límites en el territorio que podemos colonizar con seguridad y los recursos que podemos explotar con seguridad, y considerar si y cómo podría ser posible evolucionar hacia una manera de vivir que pueda ser sostenida (casi) indefinidamente sobre los recursos de (digamos) sólo nuestro sistema solar”, concluye Kent.

En otro enfoque de la “Paradoja de Fermi”, Stephen Hawking pregunta en su charla sobre la Vida en el Universo: “¿Cuáles son las posibilidades de que nos encontremos con alguna forma de vida extraterrestre, cuando exploremos la galaxia?”.

Si el argumento acerca de la escala de tiempo para la aparición de la vida en la Tierra es correcta, Hawking dice que “debe haber muchas otras estrellas, cuyos planetas tienen vida. Algunos de esos sistemas estelares podrían haberse formado 5.000 millones de años antes que la Tierra. Entonces, ¿por qué la galaxia no rebosa de formas vida mecánicas o biológicas auto-diseñadas?”.

¿Por qué la Tierra no ha sido visitada, e incluso colonizada?, pregunta Hawking. “Descarto las insinuaciones de que los OVNIs contengan seres del espacio exterior. Creo que cualquier visita extraterrestre sería mucho más obvia, y probablemente también mucho más desagradable”.

Hawking continúa: “¿Cuál es la explicación de por qué no hemos sido visitados? Una posibilidad es que el argumento, sobre la aparición de la vida en la Tierra, es erróneo. Tal vez la probabilidad de que la vida surja de manera espontánea es tan baja, que la Tierra es el único planeta en la galaxia, o en el Universo observable, en que ha aparecido. Otra posibilidad es que hay una probabilidad razonable de que se formen sistemas que se reproduzcan, como las células, pero que la mayoría de esas formas de vida no evolucionaron hacia [especies] inteligentes”.

Estamos acostumbrados a pensar en la vida inteligente como una consecuencia inevitable de la evolución, resaltó Hawking, pero es más probable que la evolución sea un proceso aleatorio, siendo la inteligencia sólo uno de una gran cantidad de resultados posibles.

La inteligencia, cree Hawking, contrario a nuestra existencia humano-céntrica, puede no tener ningún valor de supervivencia a largo plazo. En comparación, el mundo microbiano seguirá vivo, incluso si el resto de la vida en la Tierra es eliminada por nuestras acciones. La principal visión de Hawking es que la inteligencia fue un desarrollo poco probable para la vida en la Tierra, a partir de la cronología de la evolución: “Tomó mucho tiempo, dos mil quinientos millones de años, para pasar de seres unicelulares a multicelulares, que son un precursor necesario para la inteligencia. Es una buena fracción del total de tiempo disponible, antes que el Sol se expanda. Así que sería consistente con la hipótesis, que la probabilidad de que la vida desarrolle inteligencia, es baja. En este caso, podemos esperar encontrar muchas otras formas de vida en la galaxia, pero probablemente no encontraremos vida inteligente”.

Otra posibilidad es que hay una probabilidad razonable de que la vida se forme, y evolucione hacia seres inteligentes, pero en algún punto en su desarrollo tecnológico “el sistema se vuelve inestable, y la vida inteligente se destruye a sí misma. Ésta sería una conclusión muy pesimista. Espero que no sea cierta”.

Hawking prefiere otra posibilidad: que hay otras formas de vida inteligente allí fuera, pero que hemos sido pasados por alto. Si debiésemos captar señales de civilizaciones extraterrestres, advierte Hawking, “deberíamos tener cuidado de contestar, hasta que hayamos evolucionado” un poco más. Encontrarnos con una civilización más avanzada, en nuestra etapa actual, dice Hawking, “podría ser similar a cuando los primeros habitantes de América se encontraron con Colón. No creo que salieran beneficiados de eso”.

Fuente: The Daily Galaxy